Cuándo se habla de transformación digital dentro de las organizaciones, pocos generan tan altas expectativas como la puesta en marcha de un ERP (Enterprise Resource Planing) . Por lo general las grandes marcas se enfocan en los beneficios, de tener centralizada la información y los procesos de su empresa, dando un salto competitivo frente a la competencia. Lamentablemente la realidad no es esa.
“Hasta el 75% de los proyectos ERP no cumplen con sus objetivos originales. Y más de la mitad sufren sobrecostos y demoras en su puesta en funcionamiento.”
Lo que sorprende de esto es que el principal motivo de fracaso no recae en el software en sí, sino en la falta de organización o alineación entre lo que el ERP ofrece y lo que en realidad es la empresa.
Algunas de las razones de estos problemas son:
- Errores de los consultores al momento de estimar la complejidad o la importancia de algunos procesos
- Cambios del alcance del proyecto y los requerimientos
- Resistencia al cambio
- Falta de una posición clara de liderazgo dentro de la organización
Según Gartner, “Las organizaciones que no ajustan su modelo operativo antes de un ERP enfrentan retrasos promedio de 6 a 12 meses y sobrecostos del 10% al 20%.”
Historia de la vida real:
Hace algunos años nosotros fuimos partners de uno de los ERP más grande que existe a nivel mundial. Nuestro primer cliente fuimos nosotros mismos. Intentamos por cerca de 6 meses implementar los diferentes procesos de nuestra empresa y nos encontramos con una maraña de opciones y configuraciones tan detalladas y precisas que nos daba miedo configurar cualquier cosa por temor a las repercusiones que tuviera en otros módulos.
La experiencia se repitió con dos clientes: ambos desistieron de continuar con la implementación. Y la razón fue la misma: la abrumadora cantidad de opciones y funcionalidades. Veían el ERP demasiado grande, y demasiado grande también significa demasiado costoso e innecesario. Sentían que estaban pagando por algo que no iban a usar ni a aprovechar al máximo.
Un año duramos de partners de este ERP con muchísimos aprendizajes, pero sobre todo nos dio una visión mucho más clara, a nivel tecnológico y estratégico, sobre cuándo un ERP realmente suma y cuándo se vuelve un obstáculo.
Algunos consejos de nuestra parte:
- No dejarse llevar de la presión del mercado. Entendemos que algunas veces hay situaciones que deben ser resueltas y automatizadas. Pero recuerda que hay alternativas más simples y que se pueden implementar sin transtornar a la organización.
- Realiza un autodiagnóstico de madurez digital. Identifica el nivel en donde tu empresa está a nivel de manejo y administración de la información y uso de plataformas tecnológicas.
- Para implementar este tipo de proyectos es necesario un compromiso de la alta gerencia, no es una responsabilidad del área de tecnología
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Te invitamos a realizar nuestro autodiagnóstico ejecutivo.
(No es automático: un consultor experto analizará personalmente tus respuestas y te enviará un informe real y a la medida).